Esta tarta que traigo, la tenía guardada en mis recetas pendientes, es de El placer de cocinar.
Hoy he encontrado tiempo para hacerla y todos los que la hemos probado, hemos coincidido
en la textura suave que tiene y lo deliciosa que es. Lo mejor que no necesita horno, así que os
animo para que la probéis.
INGREDIENTES:
- Una lata grande (800 gr. ) de Melocotón en almíbar.
- Bizcochos de soletilla.
- 400 gr. de Queso mascarpone.
- 2 Claras de huevo.
- 75 gr. de Azúcar.
- Pizca de Sal.
- 9 hojas de Gelatina.
- 350 gr. de Mermelada de melocotón.
PREPARACIÓN:
Se cubre el fondo de un molde desmontable con los bizcochos mojados en el almíbar de los melocotones.
Meter seis hojas de gelatina en agua fría para hidratarlas.
Mezclar en el vaso de la batidora el queso, los melocotones y cincuenta gramos de azúcar.
Batir muy bien hasta que quede una crema fina sin grumos.
Poner la crema en un cazo a fuego muy suave. Escurrir las hojas de gelatina y se incorporan a la
crema moviendo hasta que se disuelvan bien. No dejar hervir, solo calentar.
Retirar del fuego.
Montar las claras a punto de nieve con la pizca de sal y veinticinco gramos de azúcar.
Cuando la crema esté casi fría se le va añadiendo poco a poco las claras montadas, con movimientos
envolventes hasta mezclar bien. Poner la mezcla sobre los bizcochos.
Tener la tarta varias horas en el frigorífico antes de cubrirla con la mermelada.
Poner tres hojas de gelatina en agua fría para hidratarlas.
Después de unos minutos se escurren y se agregan a la mermelada caliente, removiendo bien hasta que se haya mezclado todo.
Se cubre la tarta con la mermelada y se le pone un plástico por encima.
Se introduce de nuevo en el frigorífico, dejándola varias horas antes de servir.
¡ BUEN PROVECHO !
